Sarto per signora

El Dr. Moulineaux sólo lleva seis meses casado con Yvonne d’Aigreville. Una noche, sin embargo, el doctor no regresó porque se quedó en el Baile de la Ópera en un intento de seducir a una de sus clientes, Suzanne Aubin, y como si eso no fuera suficiente, olvidó las llaves de su casa. Por la mañana, Moulineaux es sorprendido por su esposa y en un intento de justificarse, se ve obligado a decirle que ha estado al lado de un amigo muy enfermo, Bassinet. Ni siquiera para hacerlo a propósito Bassinet aparece en la casa del doctor para tratar de convencerlo de que alquile uno de sus apartamentos. En medio de la confusión general, Moulineaux termina alquilando uno de los apartamentos, que antes había sido ocupado por una costurera, para reunirse en secreto con Suzanne Aubin.
El segundo acto tiene lugar en la antigua sastrería. La puerta está muy dañada porque Bassinet había echado por la fuerza a la costurera que vivía en el apartamento y esto genera toda una serie de malentendidos y idas y venidas de gente que no debería estar allí, incluyendo al Sr. Aubin y su amante, Bassinet, la suegra de Moulineaux y la propia Yvonne. Moulineaux trata de arreglárselas bien diciendo a los que no lo conocen que es un sastre para damas.
En el tercer acto, después de largas negociaciones, Moulineaux finalmente logra restaurar la paz, y cada pareja encuentra la serenidad que tanto anhelaba.