Hortense ha detto: “Me ne frego!”

La oficina de un dentista. Su esposa quiere que la criada Hortense sea despedida porque después de oír que la gata orinó en la manga de piel de la señora, ella respondió: «¡Me importa un bledo!». El dentista no quiere ser tan intransigente, y de hecho entre un paciente y otro también pide consejo a Hortense sobre cómo tratar con su esposa y le da un aumento. Esta actitud despierta los celos de su esposa, que le acusa de preferir a la criada a ella, y también los del amante de Hortense que le reta a un duelo. Resultado: hasta la cocinera empieza a decir «¡No me importa un bledo!» con la esperanza de conseguir un aumento.