Un bagno casalingo

Laurence quiere bañarse, pero como su casa no tiene baño, pide a la criada y al sobrino de su marido que preparen la bañera en la antesala. Mientras tanto, su marido inventa una excusa para visitar a su amante. Cuando está a punto de entrar en la bañera, Laurence tiene un ligero desmayo y se acuesta. No queriendo desperdiciar el agua caliente, la criada piensa tomarse el baño, pero en ese momento el marido de la señora regresa y, al no haber encontrado a su amante, piensa aprovechar del baño. En la oscuridad confunde la criada con su esposa, que mientras tanto reaparece y encuentra a la criada en los brazos de su marido. Enfurecida, Laurence amenaza con irse e intenta seducir a su sobrino para vengarse. Después de embarazosos intentos de seducción y falsas amenazas de duelo, la pareja se reconcilia y la criada puede reanudar tranquilamente su trabajo.